venres, 29 de abril de 2011

OS ANOS MARABILLOSOS DO LADRILLO

A alta demanda de vivendas durante os anos do boom inmobiliario converteu a construción nun traballo, un negocio e un modelo de crecemento económico para todo un país. Posuír unha vivenda significaba un investimento seguro, rendible e con futuro. Pero mellor aínda era aproveitar os aforros comprando cantas máis mellor para despois vender alugar ou vender por un prezo máis alto. Todo o relacionado co ladrillo era unha fonte inesgotable de diñeiro.
A voráxine construtora -chegáronse a edificar ata 800.000 vivendas por ano- respondía a unha necesidade de compra que parecía non ter fin. Pero estalou a crise e esborrallouse o que resultou ser un castelo de naipes. A actividade construtora paralizouse ante a brusca caída da demanda e moitas empresas tiveron que botar o peche coa consecuente perda de postos de traballo. As vivendas construídas apenas superan agora as 200.000.
Prezos
O crédito fácil, a recualificación de chans, os incentivos fiscais e a inmigración alimentaron unha especulación inmobiliaria que disparou os prezos. As casas revalorizáronse a velocidade de vertixe.
O estalido da burbulla fixo patente a sobrevaloración da vivenda en España, de máis dun 40% segundo o semanario británico 'The Economist'. Desde o inicio da crise as casas abaratáronse un 19% e os expertos esperan que aínda o fagan outro 15%. No primeiro trimestre deste ano, os prezos demostraron que aínda non tocaran fondo e baixaron un 4,7%.
Da vivenda sobre prazo ao stock
Moitas casas vendíanse sobre plano. Non había necesidade de velas; eran un Tesouro aínda que non estivesen construídas. Agora o mercado é incapaz de asumir a oferta e existe un stock de ao redor dun millón de vivendas sen vender.
Negocio hipotecario
Os bancos sumáronse ao suculento negocio do ladrillo e daban hipotecas sen apenas reparar nos riscos financeiros. Púxose de moda o crédito fácil e acceder a un préstamo hipotecario non tiña máis dificultade que achegar o DNI.
Pero a crise financeira e económica pechou a billa do crédito e endureceu o acceso ás vivendas. Só os clientes máis solventes e con aforros pasaban o exame da banca. Doutra banda, as subidas do euribor e o elevado paro dispararon os problemas para facer fronte ás cotas da hipoteca. En 2010 a banca executou o embargou 93.622 vivendas, unha cifra marca moi similar á do ano 2009.
Agora as entidades financeiras cargan con activos inmobiliarios procedentes de embargos aos que deben dar saída para sanear os seus balances. Convertéronse involuntariamente en inmobiliarias que aplican descontos nos seus pisos e ofrecen condicións vantaxosas de financiamento para poder vender.

2 comentarios:

DEMOCRACIA dixo...

LOS BANCOS, LA ESCÓRIA DE LA CORRUPCIÓN

Los bancos se sumaron al suculento negocio del ladrillo y daban hipotecas sin apenas reparar en los riesgos financieros. Se puso de moda el crédito fácil y acceder a un préstamo hipotecario no tenía más dificultad que aportar el DNI.

Pero la crisis financiera y económica cerró el grifo del crédito y endureció el acceso a las viviendas. Solo los clientes más solventes y con ahorros pasaban el examen de la banca. Por otro lado, las subidas del euríbor y el elevado paro dispararon los problemas para hacer frente a las cuotas de la hipoteca. En 2010 la banca ejecutó el embargó 93.622 viviendas, una cifra récord muy similar a la del año 2009.

Ahora las entidades financieras cargan con activos inmobiliarios procedentes de embargos a los que deben dar salida para sanear sus balances. Se han convertido involuntariamente en inmobiliarias que aplican descuentos en sus pisos y ofrecen condiciones ventajosas de financiación para poder vender.

DOREMA dixo...

ESPAÑA PARAISO DE LA CORRUPCIÓN

La «Trama GURTEL» lo ejemplifica: los altos cargos del Gobierno de Valencia. El dinero manda, como quedó claro tras la «Malaya» en Marbella, donde estaban implicados los concejales del GIL, del Partido Andalucista y del PSOE.
Descartado, por tanto, que unos partidos sean más corruptos que otros -en el futuro quizá se den cambios por las deficiencias de los sistemas de financiación-, sí que hay aspectos comunes en estos escándalos: los municipios afectados tienen entre manos importantes desarrollos urbanísticos, lo que conlleva recalificaciones de suelo y un aumento importante de población.
«El ladrillo ha hecho millonarios a muchos y también llevará a muchos a la cárcel», aseguran fuentes consultadas. El sistema de financiación de las corporaciones locales es el caldo de cultivo. «Los ayuntamientos se financian a través de los convenios urbanísticos, y esa es una vía de penetración perfecta para la corrupción. Si no se soluciona la primera, con eso que algunos han llamado la segunda descentralización, no se acabará con la segunda», señalan los expertos.
Al calor del desarrollo urbanístico surgen los protagonistas del cohecho: de un lado, miembros del equipo de gobierno del ayuntamiento o la comunidad de turno, que llevan mucho tiempo en sus cargos y han tejido una tupida red de intereses alrededor; se sienten cómodos, impunes -el «caso Gürtel», con los ayuntamientos y cargos implicados sería un buen ejemplo-; de otro, empresarios que aspiran a repartirse el pastel, con abogados que asesoran, sacan tajada y disponen además de relaciones privilegiadas en despachos influyentes. Fisterra o Gondomar son claros exponentes.
Si a estos elementos se une que el municipio esté en una zona costera, en especial las Rias Gallegas de norte a sur -Costa del Sol, de Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña-, el cóctel explosivo de la corrupción estaría servido. Y es que sólo con la intención de recalificar un terreno rústico y convertirlo en urbano comienza a moverse mucho dinero. Guardia Civil y Policía mantienen abiertas docenas de operaciones y hay varias más que comienzan a dar sus primeros pasos porque la crisis de la construcción aún no afecta a los corruptos.