martes, 29 de maio de 2012

EUROPA

O problema de Europa é o problema do sur de Europa. O problema é que os conservadores gregos mentiron, que os socialistas españois (e os conservadores) mentiron, que os portugueses fixeron o mesmo...
O problema é que nos últimos 20 anos os grandes países de Europa esquecéronse de seguir construíndo Europa. Alemaña preocupouse do seu (dixerir á DDR, pero polo menos fixo os seus deberes co goberno de concentración e sóubose adaptar á globalización). Francia é evidente que non os fixo... O reino unido dedicouse ao seu, a porlle chinesas ao proxecto europeo, a converter á city nun paraíso fiscal para acaparar toda a pasta que o crime sacaba da antiga URSS e, con axuda dos EEUU, a meterse en casas alleas.
Os burócratas de Bruxelas dedicáronse a vivir estupendamente e a pasar de todo e os do sur de Europa está claro ao que se dedicaron. En Grecia xa sabemos. En España Aznar sacounos da "vella Europa" e quíxonos converter en "potencia" á beira de EEUU e de UK... confundindo os seus intereses persoais cos do país (que pouco sabe "franquito" do mundo) e despois, para remate, o do talante esqueceuse de Europa e da globalización e tamén se dedicou a salvar ao mundo con alianzas civilizatorias e estreitando relacións con Chavez and company... No mundo de yupi para que nos imos a enfadar facendo reformas "desagradables" que puidesen enfadar aos "compañeiros"... ¿Crise?. ¿De que crise faládesme?. E en Italia, Berlusconi dedicado ás súas orxías (e menos mal que lle pararon os pés a DSK que senón a tal hora en lugar de Hollande teriamos ao satiro libertino como salvador de Europa e da humanidade da man dos socialistas... só imaxinalo dá repelús).
O problema de Europa, e o noso problema, é que mentres nós perdiamos o tempo recorrendo a todos os disparates imaxinables e inimaxinables, por aí fora había países que para nós eran terceiro mundo que ás caladas ían facendo os seus deberes e cambiando o mapa do mundo. Por iso o lugar de España e de Italia empezan a ocupar outros.
Tamén había xente que dicía que a final da champions estaba cantada e que a xogarían o Barsa e o Madrid pero a final de Munich resultou que a gañou o Chelsea e perdeuna o Bayern, os nosos non estaban... Iso pásanos por vender a pel do oso antes de.... e por querer facer as cousas sen baixar do autobús...

1 comentario:

DEMOCRACIA dixo...

La victoria de Hollande en Francia y la más que previsible derrota de la CDU de Merkel en la elecciones alemanas del próximo año pueden cambiar ese escenario. Con un poco de suerte se relajará la disciplina fiscal y se compaginará con estímulos al crecimiento. Los socialdemócratas europeos tendrán que demostrar algo más de audacia para dar un giro a la política económica asfixiante de los últimos tiempos. Pero por si solo esto no soluciona el problema de fondo que supone la relación de desconfianza y recelo de los ciudadanos hacia las instituciones europeas. La Unión Europea no ha sabido encontrar un buen encaje entre los Estados-nación como ámbito tradicional de soberanía y las nuevas instituciones comunitarias necesitadas de legitimación democrática. A Europa le sobra potestas y le falta auctoritas.
El reto de los líderes europeos de los próximos años, más allá de la crisis, será avanzar en la construcción de una identidad europea vinculada a conceptos como ciudadanía y democracia. Una identidad sustentada en lo racional que tendrá que convivir con esa otra identidad prerracional que es la de las naciones. Tendrán que comprender que el euro no hace europeos. Más bien todo lo contrario. Una política económica común sin unas instituciones legitimadas democráticamente que la avale es una alfombra roja para la destrucción europea, no para su construcción.
La imagen que ha proyectado Europa en los últimos años ha sido la de los mercados y no la de los ciudadanos. Grecia puede dar buena cuenta de ello. Pero la unión de los europeos sigue siendo un proyecto necesario en una región del planeta que ha vivido dos guerras mundiales y varios genocidios en los últimos cien años. Entre la Europa de Merkozy y la de los euroescépticos puede y debe haber una tercera vía hacia una profundización de la democracia, de la solidaridad, de los derechos y del bienestar entre las sociedades del viejo continente. Se trata de pensar, como ya hiciera Kant, en una paz perpetua que rescate los mejores valores de la Ilustración. Una Europa por y para los ciudadanos.