domingo, 6 de decembro de 2009

AS MEDIDAS ANTICORRUPCIÓN QUEDAN NO PAPEL

A primeira lexislatura de Zapatero ha sida a máis prolífica da democracia en medidas contra as prácticas irregulares pero a maioría delas resultaron ser absolutamente ineficaces
Non basta con tomar medidas se logo non levan á práctica. A primeira lexislatura de José Luís Rodríguez Zapatero ha sida a máis prolífica da democracia en medidas contra a corrupción pero, como subliñan unanimemente os expertos en dereito consultados por Público, tamén resultaron ser (con moi poucos matices) absolutamente ineficaces.
Entre as máis destacadas cóntanse a modificación da lei de financiamento dos partidos políticos, a nova regulación dos contratos do sector público, a reforma da Lei do Solo, as creación de seccións de medio ambiente e urbanismo en todas as fiscalías, a aprobación do Código do Bo Goberno, a regulación dos conflitos de intereses dos altos cargos, ou o Estatuto Básico do Empregado Público.
Manuel Villoria, profesor de Ciencia Política da Universidade Rei Juan Carlos e membro do comité de dirección da sección española de Transparencia Internacional (TI), destaca na lista de actuacións positivas a ratificación da Convención de Nacións Unidas contra a Corrupción e da Convención da OCDE contra o suborno a funcionarios estranxeiros en transaccións internacionais, así como a firma (pendente de ratificación) da Convención Penal contra a Corrupción do Consello de Europa. Pero "o problema é que estas convencións e as normas españolas deben implementarse para que sirvan para algo e moitas delas non se implantan adecuadamente. Parece coma se unha vez aprobada a norma xa todo esquecésese", lamenta Villoria. E "a norma hai que desenvolvela, cumprila, executala".
A complexidade urbanística
En opinión de Fernando Jiménez, profesor de Ciencia Política da Universidade de Murcia, en España "conviven problemas de natureza normativa (unha regulación deficiente que introduce incentivos para a corrupción) con problemas de aplicación efectiva das normas". Ás veces regúlase "máis ou menos ben un tema (por exemplo as incompatibilidades), pero fallan os mecanismos para que tales normas aplíquense na práctica e sanciónense adecuadamente os incumprimentos". Na súa opinión, "quizais o campo que teña unha mellor regulación é o da contratación pública, pero ten unha aplicación certamente mellorable: habería que mellorar a transparencia das adxudicacións e a aplicación de sancións ás desviacións".
A lei de financiamento dos partidos, que debería ser a clave de bóveda da loita contra a corrupción, seguiu sendo un coladeiro incapaz de cortar o fluxo irregular de fondos do sector privado cara ás arcas das organizacións políticas. Aínda que Enrique García Viñuela, profesor de Economía Aplicada da Universidade Complutense de Madrid, distánciase das críticas á nova lei de financiamento dos partidos polítcios. "Non sabemos como está funcionando na práctica debido a que non dispomos dos informes de fiscalización do Tribunal de Contas sobre as contabilidades dos partidos. A lei entrou en vigor en xaneiro de 2008 e o último informe publicado polo Tribunal de Contas corresponde ao ano 2005. Xa que logo, descoñecemos se os partidos están aplicando a nova lei ou se van ser sancionados polas infraccións que cometan. Mentres estivo en vigor a lei de financiamento dos partidos anterior, a de 1987, non se fixo ningunha de ambas as cousas", asegura.

3 comentarios:

Anónimo dixo...

Sí, algo ha cambiado. Hay corrupción, pero la vamos conociendo y la fiscalía y los jueces están actuando. Son escándalos, pero sabemos de la corrupción, grande y pequeña, y que los jueces se están moviendo. A veces nos gusta y otras no, pero que cada palo aguante su vela. No veo que sean tan ineficaces cuando se están abriendo tantos casos. Vamos hacia una nueva cultura política si a partir de ahora nadie va a poder esconder la basura debajo de la alfombra.

DEMOCRACIA dixo...

Cualquier investigación factual y objetiva, realizada sin el sectarismo al que nos tienen acostumbrados los medios y los partidos, arrojaría como conclusión que en la desafortunada o afortunada, según en qué lado se sitúe uno de la misma, carrera de la corrupción, y por reducirla a los principales partidos parlamentarios de ámbito estatal o autonómico, el PP saca una considerable ventaja a todos sus competidores, y que el PSOE y CIU no estarían tan alejados como algunos interesados creen y afirman. Mucho más atrás -y eso debería ser una legítimo motivo de orgullo para ellos- quedarían el PNV e IU, aunque tampoco libres por entero de su cuota de corrupción. Sería imperdonable, por otra parte, no reconocer, en esta paradójicamente poco enriquecedora carrera, el meritorio papel de la miriada de pequeños partidos o grupúsculos locales o autonómicos que, en conjunto, tienen acumulada una cuota de corrupción muy superior a su insignificante número de militantes y a su reducida representación política. Muchos de ellos han sido, a veces ,con la complicidad o el apoyo de los grandes partidos, todo hay que decirlo, los principales muñidores de la corrupción urbanística en cientos de pueblos y ciudades de España, sobre todo en el litoral mediterráneo y en la periferia de las grandes urbes. La mayoría de estos partidos fueron constituidos con el único fin de robar a manos llenas, con la ayuda inestimable de muchos constructores y empresarios sin escrúpulos. El conocido caso del GIL es al mismo tiempo paradigmático y escandaloso.

claudioataturk dixo...

La corrupción tiene muchas formas pero hoy en día nadie discute su relación con la política y el urbanismo. Los Alcaldes justifican las recalificaciones en la necesidad de sacar dinero para sus Concellos sin avergonzarse para nada y hasta demandan financiación sin justificar para qué; luego hacen las obras que quieren o montan ingenierias financieras de circo y pan para los que ellos nos consideran ciegos votantes.
Los partidos igual de lo mismo y sin afrontar de donde vienen los dineros para campañas,etc.. sin contar las pérdidas por elcamino hacia bolsillos particulares. El tráfico de influencias lo conocen todos, sobre todo los promotores y tan frescos.
Todo de lujo y de asco, cuando la solución la tienen Zapatero y Rajoy cambiando simplemente la Ley Electoral y afrontando un par de cosas que todos demandamos menos los lideres fácticos y políticos del país.
Aún así soy optimista pues el "cheiro", el asco y la demanda crecen entre los buenos, como diría José Luís Sampedro, y todos tenemos, cada vez más, el deber de protestar y arriesgarnos en la denuncia, razonada y probada, de tanta corrupción conocida. Yo os invito a no solo quejarse sino a cambiar todo esto.
Saludos.
Ataturk.