luns, 5 de setembro de 2011

ADEUS ZAPATERO

O presidente do Goberno do Estado asina a súa retirada propondo co PP, a reforma constitucional  de limitación do déficit público que lle ditaron Merkel e Sarkozy, ao tempo que emendaba de totalidade a súa reforma laboral de hai un ano ao favorecer a contratación  temporal.
ZP foi un bó líder da oposición. Acadou a vitoria electoral na súa primeira oportunidade, axudado sen dúbida pola onda antiPP creada polas mentiras de Aznar, Acebes e Zaplana despois dos atentados do 11-M-2004. Mais a véspera do atentado xa empataba nas enquisas electorais con Mariano Rajoy.
"ZP tivo sensibilidade para introducir determinadas reformas que beneficiaron ás minorías". Tamén foi sensíbel ás políticas de xénero e introduciu unha cativa protección social aos emprendedores e traballadores autónomos, até entón inexistente. Mais debullou unha política de protección á dependencia sen recursos estatais, cargándoa ás custas das sobrecargadas Facendas autonómicas. Como exemplo deste despropósito, o Goberno de coalición BNG-PSOE tivo que acadar o financiamento destas políticas a medio dunha dura e continua negociación, coa arma do voto dos  deputados do BNG na conxuntura de falla de maioría absoluta socialista.
ZP dixo crer na España plural e prometeu apoio a calquera demanda de ampliación estatutaria se se facía dende a legalidade. Mais cando lle chegou o día rexeitou as propostas de reforma estatutaria dos vascos, enganou a Artur Más  para neutralizar o novo Estatut  e tentou adiar sine die todas as demandas galegas de traspasos competenciais ¡xa previstos no Estatuto do 1981!, malia que algunhas resultasen exitosas por mor  do intelixente uso por parte de Anxo Quintana dos votos da minoría nacionalista no Congreso.  En último de contas, ZP optou por asumir as teses recentralizadoras do PP  e por nos bombardear día si e día tamén coa ladaíña do “Goberno de España”.
ZP negou a crise e queimou 8.000 millóns nun Plan E nunca negociado cos Gobernos autonómico e orientado a obras de pouca achega tecnolóxica e pouco retorno social e económico. Despois, en maio do 2010 e diante da crise dos mercados, mudou de vez a súa liña política para lle entregar  á chanceleira Angela Merkel a responsabilidade sobre as súas decisións económicas. Velaí a reforma laboral e as políticas restritivas dos investimentos e servizos públicos. Da gravidade da situación na que ZP deixa ao seu partido dan fe as opinións de moitos persoeiros socialistas a respecto da súa proposta de reforma constitucional. Agás acontecementos extraordinarios no entanto, o 20-N o PSOE acadará o seu peor resultado dende as eleccións do 1979
ZP de esquerdista a dereitista, case nada.

3 comentarios:

Anónimo dixo...

Parece mentira, lo que puede corromper el poder. A una persona, que desde un principio parecía de izquierdas, y luego acabó siendo el gobernante más de derechas que ha existido en la mal llamada democracia de este país.

No tiene excusa ni nadie que se la busque con la crisis. Podría haber optado por ser valiente y defender las ideas que supuestamente tenía cuando entró en el gobierno.

Yo no le voté, pero tanto a mi, como a todo el electorado de izquierdas, y de clase media, y media baja, le ha defraudado como nadie pueda hacerlo.

Sinceramente, en el cómputo global de su gestión, y bajo mi humilde opinión, ha sido completamente NEFASTO. Nunca deberemos olvidar, ni a él, ni a su mierda de partido, cómo nos ha crujido, con todo, y sobre todo, con las jubilaciones. Este mierda no tiene perdón.

Todos los votos deben ir hacia un partido de Izquierdas de verdad, y no hacia la falsedad del psoe.

DEMOCRACIA dixo...

En 2004, tras haber votado a Zapatero, me alegré enormemente de su victoria. En su primer discurso aquella noche, empezándolo con aquel minuto de silencio por las víctimas del 11M, se me puso la piel de gallina. Sentía que por fin teníamos un presidente cabal y honrado. Cuando dijo "el poder no me va a cambiar" pensé "espero que así sea", y le creí.
Tras una primera legislatura con algunos avances sociales, empezaba a ver que aquello no era lo que parecía ni lo que esperábamos, pero todavía tenía buena reputación. Yo me posicionaba neutral. En 2008 terminé absteniéndome.
Después de 3 años más, el sentimiento es de profunda decepción y traición. O el poder lo ha cambiado, o ya era tan de derechas como ahora (los Castellanos Leoneses, son de derechas)desde el principio y no lo aparentaba.
Hay muchos como yo, a los que Zapatero nos ha enseñado que el PSOE es prácticamente tan perjudicial para el pueblo como el PP. A raíz de esto unos prefieren no votar, otros votar en blanco, yo por ahora votaré a ... otros votarán a otros partidos pequeños. Pero está totalmente claro que nadie que tenga unos ideales de justicia y honradez puede votar al PSOE, si tiene un mínimo conocimiento de la situación real de las cosas y se informa por sí mismo.
Le doy las gracias a Zapatero por colaborar en mi madurez como ciudadano. Por enseñarme lo podrido que está nuestro sistema capitalista. Sistema que él no ha querido cambiar ni un milímetro.
Podría haberse negado a tomar las medidas derechistas que ha tomado, haberse dirigido a la población explicándoles la situación, exponiendo las presiones que había y quién las realizaba, y haber pedido el apoyo del pueblo para plantarles cara. O haber dimitido si no tenía otro remedio que aplicar algo en lo que no creía. Hubiera quedado como un señor. Sin embargo no lo hizo, y ha aplicado sin temblor las medidas mas retrógradas de lo que llevamos de democracia. Nos ha traicionado.
Y no solo en el fondo, sino también en las formas. La política maquiavélica que se ha venido desarrollando, en la que lo que se explica sobre lo que se hace no tiene nada que ver con los motivos reales; en la que nos toman a todos como completos imbéciles a los que se puede engañar zafiamente, o se nos puede poner la zanahoria para que vayamos todos como idiotas detrás, personalmente me ha resultado bastante insultante.
Así que como conclusión, tengo decidido lo que voy a hacer en las elecciones probablemente el resto de mi vida:
PSOE nunca más. PP nunca jamás

UN INDIGNADO dixo...

Por fin, José Luis Rodríguez Zapatero ha anunciado en el Comité Federal del PSOE que no será candidato en las próximas elecciones generales, que se celebrarán, si hemos de hacer caso al propio Presidente, en noviembre.
Yo, personalmente, me alegro enormemente de que se vaya. Como dice el viejo refrán castellano, a enemigo que huye, puente de plata. Está claro que, desde hace al menos dos años, la figura del Presidente del gobierno ha sido un lastre para este país. Su manera de gobernar, errática y disparatada, con decisiones contradictorias de un día para otro, nos ha sumido en un pozo de desesperación.
Con más de cuatro millones de desempleados, con los funcionarios cabreados por la bajada de sus sueldos, los pensionistas engañados por la congelación de sus pensiones, la pequeña y mediana empresa al borde del colapso, y una política económica, social y medioambiental cada vez más escorada a la derecha, ¿qué podría ofrecer Zapatero como político a la sociedad española en la próxima legislatura? Creo que todos sabemos la respuesta, incluido el propio Presidente, sus asesores y casi todos los miembros importantes de su partido, por más que en público lo alaben y digan lo mucho que habría beneficiado al PSOE que Zapatero hubiese repetido como candidato. .
Por otra parte, creo que la decisión de Zapatero pone de manifiesto otra faceta más de su carácter: su cobardía. En su discurso ante el Comité Federal, ha dicho que siempre ha pensado que ocho años era más que suficiente. Pues lo habrá pensado, pero nunca lo había dicho hasta el día de hoy. Hasta el mismísimo Aznar dejó muy claro desde el principio que no gobernaría más de dos legislaturas. Rodríguez Zapatero nunca dijo nada al respecto. Y todos sabemos que si el viento hubiese soplado en otra dirección, si la economía hubiese ido a favor, la tasa de desempleo rondando el ocho por ciento, y las encuestas electorales otorgándole una ventaja en torno a quince puntos, como le ocurre a Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero hubiese repetido como candidato en dos mil doce. Pero debe ser muy duro presentarse a unas elecciones sabiendo de ante mano que no hay quien detenga la debacle que, en gran medida, ha provocado uno mismo y siempre será mejor ver perder a un compañero de partido que hacerlo uno mismo. Sólo me queda añadir que no seré yo quien llore su marcha y que le deseo todo lo peor para el futuro. De corazón