sábado, 12 de maio de 2012

A SOMBRA DE FEIJÓO

Seguramente Núñez Feijóo estarase preguntando xa polas futuras consecuencias electorais dos recortes en sanidade e educación de Mariano Rajoy. Non sería estraño pensar que, baixo o manto do asentimento partidista, comeza a librarse unha soterrada batalla entre o Goberno central e o galego sobre como se repartirán nas urnas os custos do tixeretazo popular, e de aí a advertencia de Feijóo de que os galegos non terán que pagar a cama e comida nos hospitais.
E é que o Executivo de Mariano Rajoy pode pensar que parte do custo caerá sobre Galicia porque é competencialmente a encargada de aplicar o axuste nas políticas máis sensibles para os cidadáns.
Porque nesta comunidade autónoma, como ocorre nas restantes, os resultados das eleccións rexionais estiveron moi ligados á política nacional, especialmente cando, como aquí pasa, coincide a cor política entre os gobernos central e autonómico.
Ademais, o propio Núñez Feijóo encargouse moi pronto de facer moi visible ao novo Goberno central para os cidadáns galegos, polo que dispón de escasa marxe de manobra para protexerse agora dos custos electorais dos recortes.
En definitiva, se os axustes marcasen o desenlace desta lexislatura, ao meu xuízo, farano tamén na que está a piques de finalizar en Galicia, onde a sombra do Goberno central é alargada.

1 comentario:

Anónimo dixo...

Duele ver Galicia ardiendo. En los años 80, eran las rías bajas las que ardían. Claro que entonces había que recalificar para crear ese segundo Marbella con la que todos los alcaldes y políticos codiciosos sueñan en su ignorancia, puesto que en las Fragas, en la naturaleza Galicia tiene toda la riqueza del mundo. Pero prefieren quemarla antes de que no "produzca". Estos enfermos de codicia que llevarán al mundo a su extinción algún día se darán cuenta que no se lo pueden llevar consigo. Que envenenan el agua, el aire, los fondos marinos, los ríos. A sus hijos y a los de los demás. Ninguno nos libramos de esta enfermedad que nos corroe por activa y por pasiva y hace que olvidemos de donde venimos, qué somos, quiénes somos.
Pero les votamos porque regalan nuestros oídos con las fábulas que saben que queremos oír. Unos con fábulas que revientan la convivencia y traen dolor y desolación, otros con la boina calada hasta los ojos, casi tapándolos para así no tener que mirar a los de los demás que un día les pedirán cuentas. Los que nos hablan de crear riqueza, puestos de trabajo, aunque sea prostituyendo nuestros espíritus, Y a todos prestamos oídos mientras hacen que en menos de 50 años nuestro entorno desaparezca para ser reemplazado por páramo desolador. Las Fragas del Eume han ardido. Pero seguro que no significa lo mismo para unos y otros. Para algunos será rentable el que los hijos de nuestros hijos jamás puedan admirar tal belleza, disfrutar de aire tan límpio, beber sus aguas claras. Así ardan en su infierno los que han llevado a su destrucción.