xoves, 30 de xuño de 2011

INDIGNADOS? SI. E ENCABUXADOS

Cotidianamente temos que enfrontarnos con administracións empresas de servizos, nunha loita xorda e cara. 
Póñolles un par de exemplos: queres facer unha xestión cos señores que che serven ¡e cobran! o gas, a electricidade,  tes de tempo ata a hora do vermouth. Se che quedas ás escuras ou che sae o gas pola ducha noutro horario... chama aos bombeiros ou ao Exército de Salvación. Ah, por certo, no tempo que os teus servidores (xornada ata as dezaseis trinta) che "serven" tes que expor ao empregado o teu problema de pé (el está sentado) ou agachado se o encargado de coidar o teu gas, a electricidade, están nunha mesa que chega polos xeonllos.
Se o teu problema é a auga -alta, baixa, etc.- debes acampar na casa dos teus servidores (¡que cobran!), pola mañá, entre oito e media e unha e media.
Se necesitas algunha xestión e usas o teléfono (aquí entre os nosos habituais "servidores" inclúa aos do teléfono, a tele ou similares), tes que chamar a un 902 para logo de escoitar "Os 40 principais" e facer distintos exercicios de forza co dedo (pulse o un se é rubio; "delle" ao dous se quere algo e espere sentado se non sabe o que quere...).Sumen os bancos, as caixas, o Concello e a Xunta. Centos de cidadáns facendo cola para o rexistro, para renovar o padrón, para cobrar un cheque ou, pagar unha factura. Unha xestión no que antes chamabamos "ventanilla", dura tanto como un partido Nadal-Federer. Suxírenche que uses o caixeiro automático, internet, o teléfono sen darse conta (os currantes, que os empleadores sábeno) que cando cambien a todos os empregados por "aparellos", estes engordarán a cola dos parados que fan xa moitos para cobrar no banco a pensión ou o subsidio, piden unha subvención ao Concello ou rexistran as súas queixas ante a Xunta.Primeiro, recorden, retiraron os cobradores do bus, o banco, a luz, a auga etc. Máis tarde taquilleros (un para todos os cines) e acomodadores. As caixas pechan oficinas e as administracións recortan gastos mentres aumentan as colas dos que -pagando o sistema- pedimos solucións. O patrón gaña máis e o cidadán menos soldo e peores servizos.Indignados? Encabuxados, puteados.

2 comentarios:

INDIGNADOS-CABREADOS dixo...

Cabreados, con todo

Sorprende la reacción de muchos periodistas llamando “perroflautas, cocodrilos, antisistema, etc” a la población que se ha echado a la calle. Pero aunque los bancos sean propietarios de los medios de comunicación en gran medida, esperaba un poco de dignidad profesional.
Todos sabemos como han callado desde sus posiciones de privilegio. Cómo han callado y no han denunciado la pérdida de democracia y derechos, sino que nos han intentado convencer de que era bueno para el ciudadano. Lo que no soportan es que no nos hayamos tragado sus bolas, lo que dice poco de su independencia y deontología profesional. Y a muchos su soberbia les impide reconocer que no han hecho bien los deberes, que el mayo del 68 que vivieron era una máscara, un divertimento de "niño bien" aburrido-gauche divine- que quería tomar vino con los obreros. Al final casi todos con los tiburones financieros.
Se lamentaba un conocido periodista de lo poco que venden en tanto que un libelo como "Indignaos" se ha vendido a espuertas. Pero es que han perdido las ideas.
Me consta que algunos medios no permiten la más mínima divergencia a sus empleados- una especie de Opus Dei-, lo que al final te obliga a distorsionar la verdad para adaptarla a la visión impuesta. Se crea una realidad paralela al gusto de los jefes que sustituye a la auténtica; lo que te hace perder la capacidad para entender lo verdadero y tu fuente de inspiración se seca. Acabas por escribir cosas bien escritas pero sin interés. Te acabas pudriendo y pierdes la fuerza vital. Ese es el problema. Pero la soberbia impide verlo y cambiar.

UN INDIGNADO dixo...

Analizando la situación de nuestro país, las perspectivas no son halagüeñas. Dada la tasa de paro, la pérdida de poder adquisitivo, el aumento galopante del poder de los banqueros cuyas declaraciones salen tanto en la prensa como si fueran políticos, la falta de dimisiones ante la responsabilidad en la crisis, la venta de la mayoría de las empresas públicas, la estafa de la "construcción" entre políticos, promotores y banqueros, la inferencia de la empresa privada en el Estado, el fracaso del sistema educativo, la insensibilidad de los políticos ante la crisis con sus prebendas, el problema de los nacionalismos, la pérdida de derechos y poder adquisitivo, etc.
Pero lo más alarmante es que lo peor está por venir con el pacto del Euro, una serie de medidas que lo único que garantizan es que estaremos pagando y perdiendo derechos hasta quedarnos sin nada, respondiendo los ciudadanos por los excesos de unos pésimos gestores para los que el dinero público no es de nadie o es una forma de enriquecerse.