venres, 29 de xuño de 2012

BUENAS NOTICIAS?

Son moitas as dúbidas que nos xorden achega do rescate á banca española e sobre a tímida aposta polo crecemento expresada na reunión que mantiveron en Roma a semana pasada os líderes Merkel, Hollande, Monti e Rajoy. En canto a esta última noticia, haberá que saudala por canto supón de cambio -incipiente- de estratexia dos países máis importantes da UE para encarar a crise. De momento, é só pouco máis que un xesto, pero constitúe un importante logro obrigar a Alemaña a modificar a súa política, aceptando introducir outro tipo de medidas de estímulo ao investimento.
Polo que se refire á situación da banca española, témome que as auditorías efectuadas ata agora foron demasiado rápidas e precipitadas. Non se saben as necesidades reais de recapitalización a nivel de cada entidade, e parece que haberá que esperar aínda varios meses para coñecelas. E mentres tanto, ¿que ocorre co crédito? Por outra banda, non quixera que se arrefriase de ningún xeito a demanda social que esixe saber o que ocorreu en Bankia; é moi importante seguir esixindo responsabilidades e que salgan á luz todas as actuacións irregulares dos xestores anteriores, así como das comunidades autónomas implicadas, é dicir, Madrid, Valencia...
Para terminar, Eurovegas. Non o quero preto da miña cidade nin na miña comunidade autónoma, pero tampouco creo que nos resulte especialmente beneficioso en ningún lugar de España. Paréceme que este proxecto ten moito máis de espellismo que de algo realmente valioso para a nosa economía. Os beneficios, se os houbera, serán para a corporación do señor Adelson. Aquí, poremos os terreos gratis, as cuantiosas exencións fiscais e de seguridade social, e finalmente a man de obra barata, en calquera caso moitísimo menor en número que o que se prometía nun principio. Non é este un proxecto que mereza o noso entusiasmo, nin moito menos.

2 comentarios:

Anónimo dixo...

La crisis europea y mundial tiene su base y se engrasa de acuerdo con la lucha soterrada entre el dólar y el euro. A USA, independientemente de quien la presida y de su color, raza o sexo, el sistema económico que acepta y le vale en el mundo, y lo único que le importa, es la unánime aceptación y sometimiento a las reglas del juego que sus banqueros (Wall Street) imponen a la humanidad y que bailan al compás de sus conveniencias personales y de grupo. Europa, por muchos esfuerzos que haga para mantener el euro es un enemigo a batir y, probablemente, saldrá derrotada en este desigual partido porque los intereses de quienes la componen (Europa, se comprende) son, en su mayoría, juguetes (títeres) que reaccionan moviéndose según lo disponen y manejan los que dirigen al mundo. Cuando se habla de España y restantes miembros de la Unión Europea y de sus gobiernos, jefes de Estado y presidentes de gobiernos nos olvidamos que no pintan nada. Lo único que trasciende en todos los medios de comunicación es cómo se comportan externa y de cara al público, pero en lo que nos toca a los habitantes (nada de ciudadanos, todo súbditos) de a pie somos como la arena de las playas sujetos a los flujos y reflujos del mar de los intereses de un par de centenas de personas que nos esclavizan según crean más conveniente, en cada momento, de acuerdo a sus intereses personales y de grupo (por ejemplo, guerras regionales o mundiales). Desafortunadamente, en ese grupito tienen cabida todas las religiones que se precian de serlo porque contribuyen notoriamente a que la cuenta de resultados y dividendos siempre sean positiva

UNO dixo...

Para que el mundo cambie, probablemente lo que necesitamos es que los economistas y grupos de poder cambien de mentalidad y piensen en otro modelo más social. Si algún grupo internacional importante se dedicara a pensar en ello, tal vez se generarían empleos y empresas más ecológicas y sostenibles. Lo que está pasando en el mundo se viene pronosticando por los ecologistas desde los años 60 y 70. Lo malo es que mientras el modelo actual beneficie a los poderosos y emergentes, el resto lo tenemos bastante mal para proponer un cambio de modelo. Cuando se hunda la economía de EEUU y de la Europa rica, entonces todo el mundo se llevará las manos a la cabeza. Al Gore lo exponía claramente con el ejemplo de la rana en agua progresivamente más caliente: nos acostumbramos y nos acomodamos (o nos amaestran) a condiciones cada vez más agresivas y estresantes hasta que sucumbimos. Se refería al clima, pero esto es válido para el modelo económico: nos acomodamos (o nos amaestran) con nuestras teles, ordenadores y móviles (y demás tecnología), hasta que llega un momento en que no habrá materias primas para fabricar teles, ordenadores y móviles para todos (independientemente de lo que competitivos que nos hagamos)